Cómo sacarle jugo a tu sesión de terapia

Si has ido a terapia sabes que no es para nada igual a un café con un amigx cercano, se trata de realmente trabajar las emociones y pensamientos que te hacen ser tú mismo, de analizar tu conducta para intentar cambiar los patrones que no te están favoreciendo. 

Sin embargo, cuando no tienes muy claro qué buscas de tu terapia el proceso puede llegar a sentirse como un gasto en la cartera en lugar de una inversión a tu salud mental.

Personalmente creo que cada sesión tiene lo suyo y que incluso cuando llegas “con la mente en blanco” surgen cosas interesantes que quizá si hubieras preparado no saldrían de forma tan espontánea. Aun así, hay algunos pequeños trucos que puedes utilizar para asegurarte de aprovechar al máximo tus sesiones, a continuación te comparto mis 5 tips para preparar tu terapia…

1.     Reserva unos 5-10 min antes y después de tu terapia: Cuando estamos en las prisas del día a día puede ser difícil entrar en el “mood” de bajar el ritmo y hablar de cosas personales sin tener en mente los pendientes que faltan por hacer. No esperes estar listo para hablar de tu vida después de salir de una junta de trabajo o hacer un examen. Tómate unos minutos para transicionar de un espacio al otro y tomar consciencia de tu estado emocional. Si tu terapia es presencial, quizá maneja en silencio o procura caminar una cuadra antes de entrar al consultorio. Si tu terapia es online, puedes hacer una pequeña meditación, prepararte un té calientito o hasta prender una vela. 

2.     Piensa de qué quieres hablar en terapia: Más de una vez mis pacientes me han dicho, “me urgía tener terapia pero ya no me acuerdo qué quería hablar”. Para que no te pase esto puede ser muy útil tener una nota en tu celular de “cosas que hablar en terapia” y hacerte al hábito de escribir pensamientos que te lleguen durante la semana y quieras retomar con tu psicólogx.

3.     Haz tu tarea: No todos los psicólogxs te dejarán tarea ni todas las sesiones la tendrás, pero cuando sí, procura hacerla. Tu terapeuta no sugirió el ejercicio de forma espontánea, probablemente busca que explores o aprendas una lección a través de este. Y recuerda que la terapia es quizá un 10% de tu semana, lo que pasa afuera es el otro 90% que realmente importa. Poder llevar tu terapia al día a día enriquecerá muchísimo tu proceso. 

4.     Recuerda tus objetivos terapéuticos: ¿Qué te llevó a terapia? ¿Qué ha mejorado desde que iniciaste? ¿Qué te gustaría cambiar pero todavía no logras? ¿Qué tema sabes que deberías trabajar pero no te has atrevido a hablar? Siempre es buena idea retomar los objetivos que planteaste al inicio de tu proceso y cómo te has sentido a lo largo de tu terapia. Aunque pueda ser intimidante hablar de esto con tu psicologx es extremadamente útil y hará que sea más fácil estar en la misma página. 

5.     Escribe tus reflexiones de la sesión: ¿Recuerdas esos 10min que sugerí en el punto 1? Otra forma en la que puedes utilizarlos es teniendo un “cuaderno terapéutico” en el que escribas rápidamente tus reflexiones después de cada sesión. No tiene que ser nada bien estructurado ni con perfecta ortografía pero quizá una frase o párrafo sobre algo que te haya resonado de la sesión. De esta forma cierras la hora con la sensación de haber concluido con algo y tienes un apoyo para iniciar la próxima semana. 

antesdeterapia.jpg

Espero estos consejos te hayan sido útiles. Platícame si los aplicas o compártelos con alguien que los necesite.

Anterior
Anterior

Marcha por mis pacientes

Siguiente
Siguiente

“Self Care” Bueno, Bonito y Barato.